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Lactancia Materna: ¿Por qué es tan Beneficiosa?

Del libro “Vida Libre y Natural” de Nuria Aragón Castro (Mandala Ediciones, S.A.) Año 2002

LACTANCIA MATERNA

La lactancia materna es un bien preciadísimo que toda madre debería intentar proveer a sus hijos. Considero la práctica, actualmente casi perdida, de pagar o pedir a alguien que dé de lactar a tus hijos, muy sabia y digna de valorar, siempre buscando a la mujer adecuada, responsable y consciente de la importancia de su alimentación, pensamientos y hábitos de vida. Si una madre no quiere o puede dar de mamar a su hijo, puede recurrir a estas mujeres o a leches vegetales caseras antes que a las animales, tan sumamente grasas y alérgenas. A principios del s.XX no resultaba estraño poder ver a un niño de cuatro años mamando en un parque y, lo difícil, era encontrar a uno de dos que ya no lactase. Ahora, lo anormal es ver en un parque a una madre dando de mamar y, más aún, si el bebé supera los seis meses. La Organización Mundial de la Salud aconseja que tomen leche materna como único alimento por lo menos hasta los seis meses hablando también de sus beneficios hasta los dos años.

Los bebés pigmeos maman frecuentemente hasta los cinco años. Los Maoríes y los Hichols también permiten una lactancia prolongada. De estos tres pueblos se dice que son los que poseen un mayor instinto ecológico y menos alteran la relación madre – bebé. Odent se plantea algo que yo también me planteo: ¿Existirá alguna corelación entre la relación ser humano – Naturaleza y madre – bebé?. Si es así, con la lactancia materna estaremos ayudando en gran medida a un mayor equilibrio futuro ecológico del planeta.

Normalmente nuestros prejuicios sociales, morales y educacionales nos crean una barrera que no nos permite aprovechar la sabiduría de otra gente, pueblos o pasado. A ésto podemos añadirle una educación basada en la irresponsabilidad, inconsciencia e inseguridad, desconfiando de nosotros mismos, de nuestro instinto, de nuestra profunda y bella sabiduría.

Cuando mi hija Leila tenía unos meses, vino a visitarnos una amiga de su padre. Por aquel entonces, la hija de esta mujer había cumplido recientemente cinco años y estaba pasando por el periodo de destete. No sólo me sorprendió mucho sino que, además, internamente la juzgué. A ella le hice un par de preguntas sobre si no consideraba negativo el dar de lactar tanto tiempo y si no creaba demasiada dependencia; “para nada, todo lo contrario” fue su respuesta. Mi cerramiento mental no me permitió indagar más y, aunque pregunté, no estaba abierta a las posibles respuestas pues anteriormente ya me las había contestado desde la crítica destructiva y negativa. Por aquel entonces, tenía claro que a mi hija la iba a dar de mamar dos años pero más tiempo me parecía excesivo ¡y me creía que sabía mucho!. La prepotencia y autoseguridad puede resultar muy dañina. Cinco años después tuve una gran suerte: la de encontrarme en el lugar en que la amiga del padre de mi hija estaba. La vida me predispuso todo para que aprendiera a ver el otro punto de vista, a comprenderlo y sentirlo... No sólo desde el aspecto intelectual y alimenticio, sino también desde el humano, al sentirme muchas veces prejuzgada del mismo modo que ella se debió de sentir en su día. Fue toda una lección a la tolerancia. He de agradecer a esta mujer parte de mi apertura hacia la solidaridad y el amor evitando con ello más sentimientos de soledad, inadaptación e incomprensión en el rechazado.

Si a un niño nada más nacer se le pone a pecho, es más factible que el día de mañana no tenga grietas la madre pues el bebé, en la primera media hora de vida en el exterior, tiene un instinto de succión muy fuerte, evitando con ello el tener que aprender a mamar después en caso de empezar a lactar más tarde. Además, poniéndole a pecho, se beneficiará del calostro y afecto materno exclusivo. En caso de que la madre tuviese grietas en los pechos, convendría que dejase a éstos que les diese el aire y el sol, tuviese la areola seca el máximo tiempo posible y se la hidratase sólo con aceite, bien de oliva, bien de almendras, bien de hipérico o algún otro vegetal, biológico y de primera presión en frío. El calor la aliviará. La lactancia precoz evita las grietas. El que tengas grietas o sangres no implica que tu leche sea menos beneficiosa para tu bebé. La Naturaleza os predispuso para esta interrelación aunque la leche se halle ligeramente entremezclada con tu sangre. El conflicto aquí surge para contigo misma, tu visión moral del asunto y tu capacidad de superar y anteponerte al dolor. Reconozco que es difícil y por tanto muy comprensible cualquier decisión que tomes.

El poner a pecho al bebé nada más nacer posee muchos más beneficios; éstos, practicamente son incalculables. Tras el parto, vienen los entuertos. Dichos son las contracciones del útero en búsqueda de su posición normal. A algunas mujeres pueden resultarles dolorosos, más aún si ya has parido otras veces. No te asustes. Es normal. Cuando el bebé lacta estimula el pezón que, conectado con el útero, acelera sus contracciones, durando por consiguiente menos tiempo los entuertos y previniendo, con ello, el excesivo derramamiento de sangre tras el parto.

La hormona que inhibe la ovulación es la que favorece la lactancia y a la inversa. Dicen que las mujeres, mientras den de mamar, tardan en ovular unos dos años. Existen muchos mitos y comentarios diversos respecto a este punto. Quiero hablaros sobre mi experiencia al respecto y lo que he aprendido, con la intención de ayudaros a que os observeis y saqueis vuestras propias conclusiones pues cada persona es un mundo aparte.

Sí es cierto que cuando das de mamar no ovulas, no pudiendo quedarte por tanto, embarazada, pero esta afirmación requiere ser definida con mayor precisión evitando, con ello, muchos embarazos no deseados. Para que la mujer no ovule, el bebé sólo ha de lactar, no ha de ingerir ninguna otra cosa y tampoco ha de dormir a lo largo de la noche de un tirón. Es el hecho de que tu cuerpo necesite segregar leche continuamente el que hace que no ovules. Si la lactancia sufre periodos largos de descanso como son las noches enteras o la falta de tomas diurnas sustituidas por otras comidas, agua o el biberón, tu cuerpo puede ovular en esos ratos.

Cuando nació Leila, comencé a ovular a los ocho meses. Por entonces, ésta ya ingería de vez en cuando alguna que ota cosa y solía dormir muchas horas (más de seis) de un tirón. Mientras dí de mamar a Leila y a Altair a la vez, tardé en ovular cerca de dos años y medio o tres tras el parto. Aquí, aunque ambos ingerían otras cosas, mi cuerpo estaba muy ocupado en segregar leche, cuando no era para uno, era para el otro. Por la noche solían dormir de seguido pero por el día la demanda láctea era muy elevada.

Si te planteas la enfermedad desde tu capacidad inmunitaria, el calostro es lo realmente ideal. El calostro es la secreción que segregan los pechos de la mujer desde poco antes de parir hasrta cinco dias despues aproximadamente, poseyendo una gran cantidad de proteínas y anticuerpos, aumentando éstos en cuatro o cinco veces respecto a la leche. El calostro posee sobre todo anticuerpos Iga. Estos anticuerpos el bebé no los puede producir ni recibir a través de la placenta. Su función se halla directamente relacionada con la protección de las mucosas del intestino y de las vías respiratorias. Según Odent: “El porvenir de la flora intestinal depende de qué gérmenes sean los primeros en ocupar el territorio. Si el recién nacido no ha consumido más que calostro, los gérmenes más numerosos serán del género bifido-bacterius, acompañados de algunos colibacilos a los cuales el niño está adaptado, puesto que vienen de su madre. (...) La mucosa del intestino se va a reforzar tanto más deprisa cuanto más calostro consuma el bebé”. El calostro también posee muchos ácidos grasos insaturados de cadena larga que forman parte de la estructura del cerebro humano.

La primera leche suele ser más dulce que la “definitiva”, creando con su llegada o “subida” a algunas mujeres fiebre o dolor. No tomes o ingieras nada especial para ello. Toma consciencia de que es un proceso fisiológico natural y-o común. Pocas son las mujeres que son conscientes cuando aparece la leche definitiva, no sintiendo la mayoría nada especial en el momento en que surge.

Para mí, ésta es una razón de gran peso para no dar al bebé leches vegetales, animales o artificiales pues con ellas, estas pequeñas variaciones lácteas que nos ofrece la Naturaleza se pierden.

Practicamente toda mujer puede dar de mamar a su hijo, sólo ha de tener mucha paciencia, una gran predisposición y confiar en sí misma y en su cuerpo. A mi parecer, sólo en caso de enfermedad grave de la madre (no incluida la mastitis) es cuando corporalmente podría no estar indicada la lactancia. Si tu alimentación es medianamente sana y equilibrada (aunque ésta es una buena excusa para esforzarte en que lo sea del todo), puedes dar de mamar perfectamente a tus hijos, independientemente del tamaño y consistencia de tus senos, así como de la edad tuya y de tus hijos.

Si una mujer posee los pezones invertidos, no tiene porqué no poder dar de lactar. Mi consejo hacia estas personas es: ánimo y paciencia. Puedes hacerlo, lo sé. Reconozco que a veces puede ser duro y doloroso pero es factible. Al tiempo, tus pezones saldrán. Tu hijo está bien alimentado aunque se ponga a veces nervioso o no pueda sacar toda la leche que quiera. Las glándulas mamarias se hallan en todo el pezón, no sólo en la punta, relájate pues el niño bebe (aunque no te lo parezca, exprime la punta). Lo que sí es posible que suceda es que te pida el pecho más amenudo. ¿Qué problema hay?. Ninguno, tan sólo tu agotamiento y necesidad de liberación. Si te relajas, tienes paciencia, intentas disfrutar lo más posible y confiar, es muy probable que tus pezones acaben por asomar. Si no llega a ocurrir (ocurre rarísimas veces), no pasa nada, sigue poniendo al bebé a pecho cuando te lo pida, aunque sea con mucha frecuencia. Cuanto más se ponga a pecho al bebé, cuanto más le des de mamar, más leche producirás. Tu cuerpo segrega a demanda pero el factor psicológico y emocional también juegan un papel importante en este aspecto. A mayor tensión, menos leche. Habrá periodos en que el cuerpo segrege más leche que en otros, pero no te lo tomes como una incapacidad de por tu parte, sino como la gran sabiduría de tu cuerpo que le permite ligeros ayunos de limpieza a tu bebé. Yo a mis dos hijos les he permitido que mamasen todo lo que quisiesen cuando quisiesen y he pasado por periodos en que mamaban cada media hora chupando cerca de tres cuartos de hora o una entera, como otros en que lo hacían cada cuatro o cinco horas. Ha habido veces en que engordaban una burrada (cuatro o cinco veces más de lo que dicen las tasas de los laboratorios comerciales por día), como semanas enteras en que no engordaban ni un gramo. Siempre les he visto tranquilos y contentos ¿por qué quitarles el pecho? . Es lógico que ellos no entrasen dentro de las tablas habituales pues éstas son creadas por los laboratorios a raiz de niños alimentados con leche de vaca, no humana.

Para mí es y ha sido muy importante todo lo ingerido y olido durante la lactancia de mis hijos pues toda toxemia alimenticia (incluido el tabaco y los medicamentos como la aspirina y demás drogas químicas naturales y artificiales) se eliminan a través de la leche materna.

El color de las heces no ha de asustarte. Prepárate para recibir toda una avalancha de comentarios sobre la consistencia, color y olor de las heces de tu hijo, muchos de los cuales hablarán sobre que algo no funciona bien creándote un aumento de ansiedad, inseguridad y preocupación. Tranquila. Confía en ti, en la Naturaleza y en el Universo, éste te apoya en tus actos. Estamos protegidos. Normalmente las heces de niños que lactan son mucho más amarillentas y licuadas, no olorosas pues su leche es bien digerida por su organismo, no pudriéndose. Insisto, en cada niño, cada momento y cada día varía. Lo importante es cómo sientes tú al niño, no las comparaciones ni estos detalles. Hubo veces en que mi hija defecó tanto y tan licuado que no sólo se salieron las heces del pañal manchando el body, también llegó a pringarse el pelo de la cabeza, así como hubo otros días en que no defecaba o las heces eran oscuras o espesas. Es normal y a ella la observaba bien, sana. No te agobies vanamente con este tema, su cuerpo necesita tiempo para regularse y el mejor modo de ayudarle es confiar, darle seguridad, apoyo y mucho amor. Transmitir tranquilidad.

Mis dos hijos han estado mamando a la vez durante cinco años y medio ella y casi cinco él y mi cuerpo ha sido plenamente capaz de alimentarlos y ayudarles a crecer sanos y equilibrados, incluso cuando estaba embarazada; incluso después de haber estado diez dias de vacaciones con su padre, días en que no me sacaba la leche, así como los fines de semana en que se iban a su casa. De igual modo es capaz de hacerlo el cuerpo de la mayoría de las mujeres. Psicológicamente, he pasado por muchos procesos o estados, desde la euforia y la plenitud, hasta el agobio y sentimiento de pérdida de tiempo.

Si como en mi caso, quieres dar de mamar y no quieres que sea con el biberón, tienes que tener claro que entonces sólo tú podrás dar de comer a tus hijos y no el padre ni la abuela u otra persona. Eso, a veces, me resultaba muy duro, especialmente cuando mi estado emocional estaba más debilitado. Si tienes que irte a trabajar, puedes sacarte la leche en los horarios en que no trabajas para alimentarle cuando estés fuera. La leche en la nevera se conserva perfectamente veinticuatro horas así como en el congelador tres meses. Si al principio te duelen o se te cargan los pechos mientras trabajas, puedes sacarte algo de leche allí, disminuyendo progresivamente la cantidad hasta que llegue un momento en que tu cuerpo se acostumbre a segregar a otras horas. Eres capaz incluso de no dar de mamar durante una semana y luego volver a segregar la misma cantidad, aunque tus hijos tengan tres o cuatro años. Hay mujeres que, sin haber parido, tras una adopción han podido dar de mamar a sus nuevos retoños pues han segregado leche y es que nuestra mente es tremendamente poderosa. No hay como creer en algo para que ésto se cumpla. Si te sacas la leche con sacaleches, ten en cuenta que éste no estimula todo el pezón por lo que poco a poco vas retrayendo tu capacidad. Te-os aconsejo que lo hagais con las manos aunque al principio os resulte un poco costoso y rollo. De todos modos, lo ideal es intentar organizarse la vida para que el niño o la niña puedan mamar directamente del pecho pues, a lo largo de una toma, la grasa aumenta cinco o seis veces, dependiendo de la saciedad del niño, capacidad que se pierde en el momento en que éste es alimentado con biberón o a cuchara. A mis hijos, jamás les dí agua o infusiones, tampoco en verano; el pecho materno es más que suficiente. Si quieres saber sobre el porqué de las infusiones, en el capítulo de alimentación crudivegana hay un apartado sobre ellas.

Cuida la frágil flora intestinal de tu hijo y para mí, el mejor modo es ofreciéndole aquello para lo que él está capacitado a hacer. Cuando es bebé solo puede mamar, no gatear hacia un río y ponerse a beber de éste. Por algo será. El vivir en el campo sin casa me ha ayudado a saber que no soy más lista que la Naturaleza.

Algunas mujeres poseen al principio tal exceso de leche que esto se puede volver para ellas también un inconveniente. Resulta sumamente desagradable tener constantemente la ropa mojada, aparte de lo fria que puedes quedarte si es invierno y lo que favorece la humedad constante a la mastitis. El niño puede atragantarse o agobiarse también. Este fue mi caso. Salía leche a borbotones. Bastaba pensar en el bebé u oirle cuando se despartaba para que, en segundos, tuviese mojadas hasta las rodillas. Todo un apuro si tienes visitas o estás en la calle. No vas a ir por ahí con una mochila llena de ropa para cambiarte constantemente en cualquier sitio, no te sserviría de nada pues a los pocos minutos es probable que volviese a sucederte. En estos casos, vuelvo a decir lo mismo: tranquila, confía y ten paciencia. Tu cuerpo también ha de aprender a regularse, mientras, ayúdale disfrutando y riéndote de tu situación, viviendo relajada y en el gran amor que te ofrece tu nueva vida. Normalmente a las 10 semanas este conflicto ha desaparecido pero recuerda: cada cuerpo es único. El tuyo puede llevar otro ritmo. Si empleas discos de absorción, ten en cuenta que el roce constante de éstos con los pezones así como la ligera presión que ejercen estimulasn la segregación de leche, pudiendo prolongar más la situación. Soy partidaria de que lo mejor es intentar estar como la Naturaleza nos ha creado el mayor tiempo posible, es decir, desnudos. Así tu curpo se regulará antes.

El higado de un bebé tarda en madurar de 3 a 5 días por lo que es muy común una ligera coloración amarilla de la piel y las mucosas llamada hictericia.

El jugo hepático o bilis es producida por el hígado y liberado al duodeno por el colédoco. Parte de él se introduce en la vesícula biliar donde se concentra perdiendo agua. Cuando se necesita es liberado hacia el duodeno a través del colédoco. La bilis se compone de sales biliares (que sirven para dividir y absorver grasas), colesterol y pigmentos biliares como la bilirrubina que procede de la hemoglobina. La hemoglobina es un pigmento que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos. Cuando los glóbulos rojos son destruidos se libera la hemoglobina que, a su vez, se transformará en bilirrubina. Cuando ésta no es eliminada, su acumulación produce enfermedades. Una muestra de su dificultad de eliminación es la hictericia de la que hablaba antes. Es cierto que el higado del bebé todavía no está maduro y, por ello, no hay porqué asustarse pero sí debemos tener en cuenta una cosa: si en el parto ha recibido la madre oxitocina o ha sido con epidural, la hictericia suele ser mucho mayor, lo que a mi me confirma que estas prácticas-drogas químicas artificiales y agresivas no son nada beneficiosas para el bebé, afectándole y debiendo nosotros evitarlas en la medida de lo posible. Si no puedes-quieres evitarlo o ya está hecho el acto, tampoco te atormentes ni te culpes. Ayuda a tu bebé a partir de donde estás. Recuerda que la hictericia aumenta cuanto más tiempo se halle el meconio (las primeras heces) dentro del organismo de tu bebé. La mejor forma para eliminar lo antes posible el meconio es darle de mamar. La leche materna favorece su rápida expulsión. Al mamar, se mueve más el intestino del recién nacido y el pigmento biliar no tiene tiempo de ser absorvido en gran cantidad por la corriente sanguínea tras estar en el intestino. Ponle a demanda y no te preocupes por el tiempo, le beneficiará. Normalmente la hictericia aparece a la semana, si surge en las 24 primeras horas puede ser apropiado que vayais a urgencias y estudieis el caso. Que el bebé tome el sol como menciono más a fondo en el capítulo del nudismo también le vendrá bien.

Hay un aspecto que no he mencionado todavía y considero bastante importante apuntar: no siempre que nuestros hijos lloren debemos darles el pecho o el chupete (mis hijos no emplearon estos últimos nunca) creo que esto conlleva parejo un terrible conflicto para cuando se es adulto: el buscar alimento como seguridad. Nuestros conflictos de comer cuando nos sentimos inseguros o en situaciones que no dominamos, el premiarnos con cierto dulces, comidas o vicios, de fumar cuando no sabemos qué hacer, de llevarnos algo a la boca cuando estudiamos o nos aburrimos... tienen gran parte de su base en esta etapa de la vida. Presta especial atención si tú tienes alguno de estos conflictos pues es muy probable que se lo transfieras a tus hijos sin apenas darte cuenta. Obsérvate, obsérvale y guíate por tu instinto, él es el más sabio.

Hay varios estudios que hablan del denominado método canguro en el cual se mantiene al bebé prematuro en postura vertical día y noche en una bolsa cerca del seno materno, piel con piel de modo que reciba constantemente el calor/afecto de la madre y pueda mamar el calostro primero y la leche después cuando quiera en la cantidad deseada por el niño. En Colombia se demostró que de este modo podían sobrevivir incluso niños de un kilo de peso.

En conclusión vengo a decirte que la lactancia está llena de beneficios tanto económicos como emocionales y psíquicos así como fisiológicos y materiales. Respecto a los fisiológicos, los más destacados son: una menor incidencia en la obesidad, menores problemas gástricos y digestivos, menos estreñimiento y problemas dentales, menores enferemedades respiratorias y desórdenes de piel, arterias más blandas con presión sanguínea más baja, cerebros más grandes, etc.

Fuera del aspecto emocional y humano, en el aspecto alimenticio muchas son las diferencias entre la leche materna y la de vaca siendo, lógicamente, más beneficiosa, completa y adaptada esta primera (por ello sigo planteando el recurso de los “pechos de alquiler”).

Por si no te ha parecido suficiente todo lo puesto anteriormente, el cuadro siguiente lo muestra:

PROTEINAS:
CASEINA:
Leche Materna: Se digiere entre hora y media y dos horas.
Leche de Vaca: Tiene dos o tres veces más y se digiere en tres horas.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.
LACTOALBÚMINA Y LACTOGLOBULINA:
Leche Materna: No tiene casi y es digerible.
Leche de Vaca: Tiene y produce muchas alergias.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.
INMOGLOBULINA (ANTICUERPOS):
Leche Materna: Posee cuatro veces más.
Leche de Vaca: Posee cuatro veces menos.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.
LACTOTRANSFERRINA:
Leche Materna: Posee, evitando con ella la anemia del lactante e infecciones diversas.
Leche de Vaca: No posee o es muy poca cantidad.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.

LÍPIDOS:
ÁCIDO LINOLEICO:
Leche Materna: No sintetizado ayudando a la construcción de células nerviosas.
Leche de Vaca: Sintetizado.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.
OTROS:
Leche Materna: Insaturados principalmente.
Leche de Vaca: Más del 50% saturados.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.

GLÚCIDOS:
OLIGOSACÁRIDOS NITROGENADOS Y GLICOPÉPTIDOS:
Leche Materna: Contiene, evitando con el crecimiento del lactobacillus bifidus infecciones intestinales.
Leche de Vaca: No contiene.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.

SALES MINERALES:
SODIO:
Leche Materna: Posee muy poco previniendo la hipertensión arterial y la deshidratación.
Leche de Vaca: Posee más.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.
CALCIO:
Leche Materna: Posee menos pero lo absorve mejor gracias al mayor aprovechamiento del hierro.
Leche de Vaca: Posee más.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.
HIERRO:
Leche Materna: Posee menos pero lo aprovecha mas pues interactúa con la vitamina C.
Leche de Vaca: Posee más.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.
YODO, FOSFORO Y MAGNESIO:
Leche Materna: Posee más cantidad.
Leche de Vaca: Posee menos.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.

AMINOÁCIDOS:
CISTINA Y TRIPTÓFANO:
Leche Materna: Sí posee.
Leche de Vaca: No tiene o tiene muy poco.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.
LECITINA Y TAURINA:
Leche Materna: Posee más beneficiando al cerebro.
Leche de Vaca: Posee menos.
Leche de Botella: Posee entre otros ingredientes azúcares refinados, plomo, y sal. Generan mayor obesidad y requieren mayor cantidad de agua y energía para ser digeridas.

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