Paz y Bién!
Una veiga es una llanura aluvial o de inundación.
La Veiga de Cabanelas Veiga es cruzada de este a oeste por la Calle de la Muda, hacia el norte, y por un camino de tierra hacia el sur, más cerca del río Cávado, por lo tanto, y se originó en el emisor de Radio Renascença.
Después de parte de este camino, dejé esta ruta al lado de Huerta del Saber, una huerta comunitaria cerca de la Pista de Pesca de Prado.
Al final de esta pista y después de cruzar un puente de madera en mal estado, donde una línea de agua fluye hacia el Cávado, entré en un sendero que flanqueaba un maizal, y luego un prado donde pastaban dos caballos, uno de los cuales estaba precisamente en el sendero, lo que me hizo temer la reacción del animal.
Después de todo, siempre son animales, ¿no?
A menudo he escuchado de los antiguos que "los animales no se confiesan".
Sin embargo, el jinete decidió ir con su colega y me dejó libre.
Siempre es demasiado aburrido llevar una patada.
A veces incluso mueres por eso ...
Llegué al embalse de la mini-hidroeléctrica que genera energía para el parque industrial de Ruães, en la orilla sur.
Aquí conocí a un caballero con un poderoso binocular (el mío es casi un binocular de teatro) y montando una bicicleta.
Me pareció un observador de aves.
Al oeste, el sendero terminaba allí, así que me volví y caminé un poco hacia el norte, hasta el camiño de tierra y la antena de la Radio Renascença.
Aquí interrumpí mi "largometraje", porque sería demasiado tedioso para mis espectadores ver esa extensión sin fin.
Al final de esta llanura, el suelo se vuelve un poco más accidentado, y sentí que era hora de parar para alimentar no solo el cuerpo sino también el espíritu.
Finalmente, encontré en el patio público de una de estas viejas granjas, ahora restauradas, una hermosa sombra y un banco de piedra, uno de esos donde los residentes una vez se sentaron al sol o al fresco durante dos dedos de conversación.
Se decidió: ¡sería justo allí que alimentaría cuerpo y espíritu!
Estaba preparando la "mesa" cuando llegó una señora que se dirigía a la entrada.
Le pregunté si estaba bien comer allí, y me dijiste que estubiesse cómodo.
Fue una pausa más larga que me permitió recuperarme.
Después de la comida y la oración, y como nadie salió de la casa, decidí escribir, en una de las aclaraciones que se desarrollan sobre el descalzismo que siempre llevo conmigo, un breve agradecimiento por la caridad y amabilidad por dar al banco, que luego pondría en el buzón .
Sucedió que cuando tenía la nota escrita y estaba empacando todo para continuar la caminata, la señora se acercó a una ventana de la casa y le agradecí, diciendo que todo había sido despejado y que dejaría un agradecimiento escrito en el buzón, lo cual logré.
Conocí a una señora que me saludó y me preguntó si estaba caminando, a lo que respondí afirmativamente.
Al verme descalzo, me preguntó si el suelo no estaba demasiado caliente para caminar así.
Le dije que no, que era muy bueno caminar descalzo, y le di uno de mis plegables, que ella aceptó.
Nos despedimos y sigui mi camino.
Al final de la caminata debutante marcaba:
22 754 pasos.
15.9 kilómetros recorridos.
851 kilocalorías quemadas.
55.8 gramos de grasa eliminada.
Y ahora el enlace:

https://descalcismo.blogspot.com/2019/10/na-veiga-de-cabanelas.html

Benediciones y fraternos besos!
Hnº. Alberto