Jue, 28/01/2016 - 15:51
#1
Inseguridades
Vivimos en una sociedad enferma donde unos estimulamos la enfermedad de los otros.
Un ejemplo claro de ello podemos verlo con el tema de la seguridad / inseguridad de las personas:
Uno percibe algo de alguien. Puede ser algo muy tonto como que está alterado emocionalmente, triste, excitado sexualmente o enfadado, da atención a lo que percibe y la cosa comienza:
- ¿Estás bien? Le pregunta al otro
- Sí...
- ¿De verdad? ¿Todo bien? Te siento molesto, enfadado ¿He hecho algo que te haya incomodado o dolido?
- No de verdad, estoy bien, todo está bien. No me ha molestado nada...
Pero en realidad sí que está molesto o dolido, por ejemplo, por algo que ha hecho la otra persona. Pero no quiere decírselo para que no se sienta mal. O por estar muy dolido. O por no apetecerle hablar. O para que el otro no piense que es un neurótico o enfermo mental.
Y así, de este modo, uno acaba creyendo o medio creyendo la mentira que el otro dice y dejando de creer en su propia percepción, volviéndose enfermo e inseguro.
Esto lo hacemos todos con todos. Padres con hijos y a la inversa. Parejas, amigos, compañeros de trabajo y de escuela...
La respuesta sana sería: "Sí, me siento mal" y hablar del tema. Y si no somos capaces de ello, tras el "sí", decirle que no podemos o no queremos ahora hablar de ello, o que es por un tema personal, o que estamos trabajando en nosotros mismos para cambiar ese sentimiento o que necesitamos su ayuda, paciencia, tolerancia o comprensión, etc...
¡Cambiemos el rumbo de nuestra vida y hagámoslo mejor cada vez!