Inicio de sesión

CAPTCHA
Resuelve la tarea:
Fill in the blank
1 envío / 0 nuevos
nuria
Imagen de nuria
Marcando Límites

¿Cuándo actúo haciendo valer mis derechos y cuándo desde la intolerancia?

Seguro que muchas veces te lo has cuestionado, al igual que yo.

Y cuántas veces te habrá ocurrido que cedes en algo para dentro de x tiempo no bastar esa cesión a la otra persona, quien te pide más. Y así una y otra vez...

¿Qué es intolerancia y qué es solicitud de respeto? ¿Qué es generosidad y qué es idiotez?

En “¿Es intolerancia o es solicitud de respeto?” te cuento con ejemplos prácticos cómo distingo en mí cuándo actúo desde el ego y la intolerancia y cuándo haciendo valer mis derechos. Dónde pongo el límite... 

 

Tal vez prefieras ver un vídeo sobre el tema a leer el artículo. Así que te pongo ambos:

 

Para verlo directamente en YouTubepincha aquí.

Para verlo en Vimeopincha aquí.

 

Este vídeo corresponde al episodio nº 185 del programa Amor y Vida TV. Más información sobre el programa Amor y Vida TV pinchando aquí

 

 

¿Cómo distinguir cuándo uno actúa con ego e intolerancia y cuándo haciendo valer sus derechos?

 

Cuando estoy con alguien y queremos hacer algo juntos, resulta muy fácil cuestionarse cuánto hacer de lo que el otro quiere y cuánto de lo que yo quiero.  Ese juego de hasta dónde tú y hasta dónde yo...

 

De hecho, una mala gestión de este aspecto suele crear muchas luchas de poder, intolerancias y decepciones.

 

Pues bien, a mí me gusta seguir una regla muy básica en cuanto a este aspecto se refiere:

 

Cuando el otro no puede hacer algo, lo que sea, porque no conviene para su salud, supone un riesgo o está imposibilitado físicamente para hacerlo, soy yo la que me adapto a la otra persona en vez de exigir o esperar que la otra persona se adapte a mí.

 

Cuando lo que quiero hacer ataca a la Fe, valores o principios existenciales de la otra persona y no a los míos, lo mismo. No hago lo que yo quiero y sí me adapto a lo que el otro necesita y, o, quiere.

 

Y por último, lo otro que está por encima de mis gustos o deseos, cultura o conceptos, es la educación. Cuando hay menores de edad implicados, no exijo, quiero o deseo que los otros se adapten a mí, sino que busco el cómo adaptarme a los principios educativos que están dando a ese menor.

Actuar de otro modo sólo forjaría niñ@s traumados o desequilibrados. Pues la unión en el concepto educativo es primordial...

 

Por supuesto, cuando es en sentido contrario, espero que el otro se adapte a mí. Y si no lo hace, evito el compartir con esa persona. Y tan sólo compartiré aquellos aspectos comunes que no puedan ser afectados en estos tres puntos: salud, fe y educación.

 

Voy a poner ahora ejemplos prácticos de cada caso en ambos sentidos:

 

Salud:

Me gusta el campo, pasear por él y disfrutar de los entornos más naturales posibles. Entonces, como es lógico, quiero compartir eso con mi pareja, familiares, amigos... Pero... ¿Qué ocurre si la otra persona tiene, por ejemplo, asma o una mala condición física por haber tenido una vida muy sedentaria y no haberse cuidado? Pues que me  adapto a ella. Y doy prioridad al compartir con esa persona haciendo otras cosas que me gusten menos antes que el coger e irme yo sola al campo o no compartir mi tiempo con esa persona a la que siento cercana en el corazón.

 

Pero, usando el mismo ejemplo de actividad, ¿Cuándo intentaría hacer valer mi gusto o afición? Pues, por ejemplo, cuando la otra persona tiene una muy buena salud y capacidad física y siempre me dice que no quiere ir conmigo al campo por pereza o por gustos personales, pidiéndome siempre ir a otro sitio. 

 

De nada serviría aquí el hacerme valer de un modo autoritario y tajante. Pues hay que tener en cuenta que cada uno tenemos nuestros gustos, hábitos, aficiones y asperezas mentales. Lo que haría sería hablar con la persona en cuestión y la explicaría cariñosamente lo valiosa que es para mi armonía interior el realizar esa actividad, buscando un modo de hacerla con la otra persona, sin que a ésta le pareciese muy “fuerte” o desagradable, sino estimulante. Por ejemplo, yendo a comer de pícnic al campo un día a la semana, pasear por un parque, leer juntos un libro en el monte, viajar a lugares campestres muy diferentes a los del entorno y por tanto, posiblemente más llamativos e interesantes para la otra persona, etc. Y ya desde ahí, según se vaya familiarizando y adaptando la otra persona, iría afinando más el tema de tal modo que pueda acabar cubriendo mis necesidades al respecto.

 

Fe, valores o principios existenciales:

Vivo de un modo vegano y valoro la vida de otros seres. Disfruto incluso con las arañas, serpientes, alacranes y demás. Bueno, tal vez me ocurra esto porque vivo en España y aquí no hay animales en extremo peligrosos (guiño). Pero mejor sigo con mi ejemplo:

 

¿Hasta qué punto o cuándo haría valer mi principio vegano? Pues por ejemplo, tengo muchísimos amigos y casi todos mis familiares, que se alimentan con productos de origen animal. Y lo acepto. Es su decisión de vida. Pero decido no compartir con ellos comidas, ni en mi casa, ni en la de ellos, ni en otros sitios, si sobre la mesa, en los platos, hay comida elaborada con animales, aunque no sean para mí. ¿Y por qué? Porque éste es uno de mis pilares básicos existenciales. Compartiré sobremesas u otras cosas o momentos, pero no comidas.

 

Tampoco compartiré mucho rato con una persona que arrasa o tortura a la naturaleza, sean animales, plantas, árboles u otra cosa, siempre y cuando lo haga por gusto, estética, comodidad... Pues su concepto de respeto hacia otros seres difiere tanto del mío, de un aspecto para mi fe y principios existenciales vital, que mejor aprovechamos cada uno nuestro tiempo en cosas más útiles.

 

Y en sentido contrario, si me relaciono, por ejemplo,  con una persona musulmana devota y practicante, nunca lo haré con ropa ceñida ni llevando el pelo libre. Tampoco le o la pediría quedar en bares o sitios donde se sirve alcohol. Pues al hacerlo, estoy atacando a su fe y con ello, exigiendo que se amolde a mis gustos, hábitos o cultura. No la llevaría “a mi terreno”, sino que me amoldaría al suyo... Pues dentro de mi escala de valores, estos temas ocupan puestos más bajos que en la suya.

 

Educación:

Cada casa tiene sus principios, cada padre sus valores. Si una familia decide, por ejemplo, educar a sus hijos sin regalos porque tienen un concepto muy crítico del materialismo, o les gusta mucho el minimalismo, independientemente de si actúan de un modo, a mi parecer, erróneo, muy radical o algo extremo, nunca les llevaré regalos a los niños. A no ser que haya llegado a un acuerdo puntual con los padres (sin estar los niños presentes) y tenga su aprobación ex profesa. Ni diría ciertas palabras que no quieren que sus hijos escuchen. Ni estaría mirando o usando el teléfono móvil si los padres quieren evitar ese ejemplo (o tentación) a sus hijos, etc.

 

¿Y cuándo sí haría valer mi principio educativo? Por supuesto, siempre que sea en mi casa o que la otra persona quiera acercarse a mí y a mis hijos. Mientras no respetasen mis principios educativos, compartiría lo mínimo posible con esa persona.

 

Claro que en todo siempre puede haber alguna excepción puntual. Pues no hay prisión más férrea que la del dogma de sentirse uno con la verdad o con el derecho de imposición.

 

Y para nada me olvido de que con los propios padres e hijos, los límites de la tolerancia siempre se amplían más. Ya que con ellos tenemos unas deudas kármicas muy intensas y peculiares que conviene saldar. A los padres debemos de agradecerles la vida y su esfuerzo entregado. Y de los hijos, conseguir su perdón por las inconsciencias transmitidas. 

 

Pero estos que os acabo de comentar son y han sido mis principios base que me han ayudado y ayudan a distinguir muy claramente cuándo actúo desde el ego y la intolerancia y cuándo desde mi esencia.

 

PORQUE LA META ES CRECER EN AMOR mientras permites a cada cual seguir su camino.

 

¡PORQUE VIVIMOS PARA AMAR!

Twittear

Tweet to @NuriaAragonCast

 

 

OTROS POST RELACIONADOS:

 

*   El Servicio mal entendido.

 

*   La ley del más fuerte -Vídeo-.

 

*   ¿Cómo podemos tratar a los que nos hacen mal?.

 

*   Sobre el ego.

 

*   ¿Tomas de consciencia?.

 

*   ¿Por qué se miente?.

 

*   Amor a uno mismo en humildad (Cómo lograrlo).

 

*   Observando a la mente -Vídeo-.

 

*   Incomprensión, crítica, soledad -Vídeo-.

 

*   Agresividad, rabia, ira -Vídeo-.

 

*   Rebeldía.

 

*   Un juego de tolerancia -Vídeo-.

 

*   Inseguridades.

 

*   Comunicarnos con consciencia -Vídeo-.

 

*   Mi opinión sobre qué es el ego.

 

*   Trucos para combatir los pensamientos "Negativos".

 

*  ¿Emociones reprimidas o controladas?; ¿Desahogos o manipulación inconsciente?; Juego bueno - malo; ¿Qué nos ayuda realmente?.

 

*   Reacción de miedo ante alguien con consciencia.

 

*   Humildad, vanidad y ego.

 

*   ¿Reprimir o liberar? (Las emociones y los pensamientos) -Vídeo-.

 

*   Aprendiendo a mirar con consciencia -Desde los ojos del otro-.

 

*   Sobre el autocontrol -Vídeo-.

 

*   La importancia del autocontrol -Vídeo-.

 

*   Consciencia, Perfección de la Consciencia y Autocontrol.

 

*   Acerca del sufrimiento.

 

*   Gusanos espirituales.

 

*   ¿Delegar o usar la intuición? -Vídeo-.

 

*   Firmeza de carácter.

*   Educar en responsabilidad.

*   7 Pasos para vivir fiel a tus principios -Vídeo-.

*   8 Formas de evitar sentirnos intimidados -Vídeo-.

 

 

 

¿Rellenarías una encuesta para mí? Si es que sí, pincha aquí. ¡Ayúdame a mejorar!

 

Si te gusta lo que lees y ves en esta web, dóname algo, porfi. Me sacará una gran sonrisa. Para ello pincha aquí. ¡Te necesito! GRACIAS