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REPÓRTER:   (Más abajo, al final del todo, la información publicitaria que se ofreció sobre la actividad y, en la banda de color tras todo el texto, posibilidad de poner vuestros comentarios)

 

Antes de comentaros algo sobre mi exposición en la Casa de la Cultura de Arnedo, La Rioja (España), quiero mostraros cómo me sentí al ir.

 

Imaginaros estando días fuera de vuestra casa, hablando aquí y allá. Volcando toda tu energía mientras el corazón se abre más y más. Días prácticamente sin dormir pero reencontrándote con gente a la que amas y lugares anteriormente visitados. Pues con esa energía comencé el día...

 

Por la mañana, tras mi tiempo para la meditación, el espabile, el aseo y demás, nos dirigimos a la sede de Radio Arnedo Cadena Ser pues teníamos una cita allí. Dicha entrevista de 17 minutos puedes escucharla tras pinchar con el ratón sobre estas palabras.

 

Seguidamente, con el espíritu animado, nos fuimos mi pareja y yo a un lugar que hacía años no visitaba: A las pozas termales de Arnedillo. Aunque actualmente dichas pozas no son muy "pozas", sí pudimos gozar de unas cuantas "charcas" muy, pero que muy, calientes. Tanto que te pueden llevar a medio marearte por la bajada de tensión.

 

Corría la brisa por lo que la combinación del agua caliente con la fresca brisa otoñal y la grandiosidad de la naturaleza sólo nos pudo ofrecer armonía, armonía y armonía. ¿Qué mejor sentimiento que ese para dirigirse a una presentación de libro / ponencia? ¿Qué mejor cosa puedo ofrecer a los que vengan a escucharme?

 

Una vez ya en la Casa de la Cultura nos encontramos con Miguel Ángel Argáiz, representante del Colectivo Ecologista de Arnedo y juntos preparamos el espacio.

 

Pocos minutos antes de comenzar mi exposición, Arnedo TV se presentó en el lugar entrevistándome sobre el libro a presentar: El Sueño de Anami, sobre mis otras obras, sobre mi estilo de vida y sobre mi mensaje. Puedes ver y escuchar esta entrevista de 7 minutos pinchando sobre estas palabras.

 

Tras la entrevista, ingresé en la sala y comencé mi exposición después de la presentación oficial por parte de Miguel Ángel Argáiz.

 

¿Que de qué trató mi exposición? Pues en primer lugar hablé sobre El Sueño de Anami y leí dos cortos pasajes de su interior. Tras este repórter y antes de "INFORMACIÓN", he puesto una de las dos lecturas que hice.

 

Y seguidamente, como suele ser habitual en todas mis oratorias, hablé sobre diversos temas. Quizás predominaron el de la educación y el de la vida en comunidad. Ambos entremezclados con cuestiones existenciales y comentarios diversos de mi experiencia de vida. Por supuesto, también de comunicación, relaciones de pareja, mística, goce de vida, etc.

 

Tras acabar, firmé unos cuantos libros y charlé muy amenamente con varios de los asistentes. Charla que no quisimos parar por el mero hecho de tener que partir del lugar así que juntos, un grupillo, nos dirigimos a la terraza de una cafetería cercana y nos tomamos algo compartiendo de este modo un muy bello momento mientras nos conocíamos más y disfrutábamos del agradable cielo y ambiente nocturno.

 

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Como CITA DE MI ORATORIA os pondré lo siguiente:

 

(...) "Es un recordatorio:

- ¡Ey!, ¿Qué es lo que queremos?

- Vivir en armonía.

- ¿Qué es lo que queremos?

- Estar felices

- ¿Lo estoy ahora? ¿Sí? ¿No? ¿Siento este goce interno?

Si no lo siento es que está claro que lo que he hecho hasta ahora no funciona. Entonces me quedan dos alternativas:

1.- O continuar así soñando en una próxima vida o en dentro de 20 años o en no sé cuándo o

2.- cambiar.

Y cuando digo cambiar y decir “Lo que he hecho hasta ahora está claro que no funciona y tengo que dar un vuelco a mi vida” No es un cambiar en “Pues ahora me voy a vivir a la otra punta y ahora dejo a mi familia o a mi pareja o a mis hijos o mi trabajo o lo que sea” No hace falta cambiar nada externo. Hablo de cambiar la forma en que miramos desde dentro.

Y esa es también una parte de la invitación del libro. Porque es muy bonito o a mí me parece muy bonito, ver cómo la propia protagonista Anami va cambiando su forma de mirar desde dentro y cómo al ir cambiando su forma de mirar desde dentro poco a poco va cogiendo más control de la situación, más control de sí misma o va dirigiendo más su vida hacia donde quiere. " (...)

 

Aquí tenéis un vídeo de 2 minutos con dicha cita, parte de la lectura de El Sueño de Anami y poco más. ¡Disfrutadlo!

 

 

 

 

 

Un agradecimiento especial a Jesús Gil de Gómez Rodríguez (Chuchi) por su amable préstamo de las dos hermosas fotos del interior de la Casa de la Cultura puestas más abajo.  http://www.foto13.com

 

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PASAJE DE "EL SUEÑO DE ANAMI" (Capítulo 5, Parte II "RENEGANDO" -Incompleto-)

 

Una luz tenue acarició el rostro de Anami mientras ésta estiraba gozosamente su cuerpo. Se sentía algo decaída y confundida. Las palabras tenidas el día anterior con Orwel la habían afectado grandemente a pesar de ella considerarlas insignificantes. Se sentía desconcertada y algo deprimida.

 

Miró en su derredor y halló una amplia habitación con una gran cama con dosel en la cual estaba tumbada, una butaca, una cómoda con espejo y taburete, un perchero, una gran alfombra y un pequeño orinal de metal esmaltado.

 

Con la nariz arrugada se levantó dispuesta a entre abrir la puerta y mirar discretamente a través de ella intrigada por saber en dónde se encontraba, pero a su paso por la cómoda decidió sentarse en el taburete para primero peinarse y arreglarse mientras reflexionaba el cómo actuar ahora. Cual fue su sorpresa cuando encontró ante ella no a una rolliza Gonu color marrón suave con rabo peludo, orejas de liebre y pelo pelirrojo y rizado sino a una escuchimizada Iris color azul celeste sin rabo, con orejas de soplillo puntiagudas y finísimas y pelo rubio, liso y muy largo ¡Casi la dio un paro cardíaco! Asustada y temerosa de sí misma se sentó en el taburete y se puso a toser forzada y artificialmente lo más escandalosamente posible que pudo pues una vez leyó en un mail que al hacer esto, al toser, provocaba fuertes contracciones musculares muy eficaces en la interrupción voluntaria de un paro cardíaco. Tal fue su susto…

 

- Entonces, entonces… No ha sido todo un sueño –Expresó en voz ligeramente alta, con la nariz hecha completamente una pasa y medio llorando— No puede ser, tiene que haber sido un sueño —Siguió insistiendo sobre sí misma­— El rapto de mi hermana, Ninse, el entierro, Orwel, Lamaria… Todo ha sido realidad entonces… ¡Horror! No, no puede haber sido realidad. Todo es un sueño muy vívido del que aún no me he despertado. Venga Anami, venga ¡Levántate! —Se dijo medio desesperada y a la vez no confiando nada en lo que se decía a sí misma—

 

Anami quiso levantarse y salir corriendo del lugar como si de este modo pudiese huir de sí misma y de su situación pero mientras se levantaba impulsivamente, la entró un medio vahído que la obligó a sentarse nuevamente para evitar la inmediata caída al suelo, manteniéndose ciega y al borde de la inconsciencia por unos cuantos segundos.

 

http://www.foto13.com ">Anami, frustrada y desesperada, comenzó a sollozar cruzando los brazos sobre la cómoda y agachando y apoyando su cabeza en ella. En estos momentos la hubiese encantado ser un avestruz. Mientras sollozaba, frustrada revivía en su memoria todo lo acaecido en los últimos meses, especialmente desde que se encontraba en casa de Lamaria con Orwel apoyándola y ayudándola. Orwel… ese ser tan extraño que constantemente la decía cosas muy raras, visiones de la realidad muy extrañas pero a la vez muy lógicas que luego la mantenían reflexionando sobre ellas durante muchísimos días.

 

- ¿Y qué fue lo que me dijo ayer? Apenas recuerdo nada, sólo que no me gustó e hizo que me sintiese y me sienta algo rabiosa hacia él… ¡Ah, ya! Que soy una adicta… ¡De locos! Todo esto es de locos. No puede ser realidad. Es imposible. Tengo que estar soñando sí o sí… —Volvió a intentar auto convencerse—

 

¡Cuánto le gustaría ahora evadirse de la realidad!

 

Anami levantó su humedecida cara y se miró al espejo intentando reconocer algo de sí misma en él. Sus emociones eran encontronadas. Por un lado, sentía un rechazo y una repulsa extremos a la imagen que divisaba frente a sí. Era un sentimiento de rechazo y desprecio muy instintivo y estomacal acompañado de bastante ira.

 

Por otro lado, si se proponía ser de verdad sincera consigo misma, tenía que reconocer que no veía que hubiese nada malo en el cambio e incluso que esa nueva imagen que se presentaba ante ella era mucho más luminosa, armoniosa y clara ahora ¿Cómo era posible que entonces la rechazase? ¿Por qué se sentía pues en guerra? Resultaba completamente incomprensible para Anami, como todo lo que la estaba sucediendo... Se sentía un personaje de ficción protagonista de algún juego de ordenador manejado por algún pirado.

 

Mientras Anami se mantenía ensimismada en sus pensamientos, Lamaria entró sigilosamente en la habitación.

 

- Qué bien que te hallas levantado. Temíamos que el estrés emocional de todo por lo que estás pasando te hubiese roto por completo. Anoche nos distes la impresión de que ya estabas al límite y no soportabas más —Expresó Lamaria—

- Y es cierto, ya no soporto más —Respondió Anami mientras se volvía hacia ella con los ojos completamente enrojecidos y algo hinchados por haber estado llorando—

- ¡Oh, no! No… No te entristezcas mi amor, ya verás como pronto vas a descubrir lo bueno de todo esto. Ven, déjame que te peine —Y mientras la decía esto, Lamaria cogió un gran cepillo de madera que había sobre la cómoda tocador y se dispuso a peinarla—

 

Anami cerró sus ojos permitiéndose sentir un muy agradable y relajante hormigueo en su cabeza gracias al ligero masajeo que le producía Lamaria al peinarla lo más dulcemente que podía.

 

Y así, como una cachorra pequeña, Anami comenzó a sumirse en un estado placentero hasta que su mente lo rompió bruscamente tras un ligero roce del cepillo en su oreja derecha.

 

- No, mejor no me peines —Dijo rudamente mientras apartaba su cabeza del mismo modo y la quitaba el cepillo de la mano—

- ¿Por qué no? Creía que te estaba gustando y te ayudaba a relajarte.

- Pero mis orejas… Son tan finas y frágiles…

- ¿Qué? ¿No quieres que te peine por tus orejas? —Preguntó Lamaria­ sorprendida—

- Sólo me faltaría que ahora se me rajasen y empezasen a soltar una sangre de a saber qué color: negra, morada, verde o fosforito… —Respondió Anami asqueada­—

- Roja

- ¿Qué?

- Roja. Nuestra sangre es roja —­Respondió Lamaria con tono cómico—

- Al menos todavía me queda algo normal —Dijo Anami mientras mostraba clara y abiertamente su frustración—

- Todo en ti es normal. La única diferencia es que antes te veías de otro modo y ahora te crees que eres otra, diferente. Pero en realidad eres exactamente la misma. Lo único que ha cambiado es que ahora ves más partes de ti misma que antes no veías —La comunicó Lamaria mientras recuperaba el cepillo para el pelo—

- ¿Qué antes no veía? ¡Lo que no veo ahora es mi precioso y sensual rabo! —Respondió Anami frustrada—

 

Lamaria medio riendo la hizo una mueca con la cara a través del espejo como diciendo “Ya ves, así es la vida” y volvió a acariciarla el pelo mientras comenzaba a peinárselo otra vez.

 

- No te preocupes. Nuestras orejas no son tan frágiles como parecen. Sí que son finas, casi transparentes, pero están hechas de un tejido cartilaginoso mucho más fuerte que muchas otras partes de nuestro cuerpo. No tengas miedo, relájate y disfruta —La aclaró con gran amor y ternura mientras Anami comenzaba a permitirse dejar llevar nuevamente por una muy agradable sensación de ser mimada—

 

Una vez ya relajada y descansada, Anami abrió más su corazón a Lamaria y la mostró muy abiertamente sus sentimientos:

 

- Oh, me encantaría volver a la cama y dormir para no despertarme nunca más o para encontrarme horas después con la sorpresa de que nada de lo que ha sucedido y está pasando ha ocurrido en realidad. Quisiera que este último tiempo no hubiese sucedido jamás. Orwel y tú decís que ahora soy más sabia pero a mí me gustaba más antes, cuando era menos sabia. Se vive mejor cuando no se sabe. Por lo menos, antes me creía feliz. Ahora en cambio, me siento como si estuviese dentro de una pesadilla y me pregunto… ¿Para qué entonces ser más sabia? Yo creía que la sabiduría daba felicidad, no que la quitaba…

¡Oh Lamaria! ¿Por qué me resulta todo tan complicado? No me gusta estar despierta. Quiero volver a dormir. Ir a la cama, meterme en ella, dormir y desaparecer…

- Mi amor… —Comenzó a responderle Lamaria— ¿Por qué dudas de ti? ¿Por qué luchar contra corriente, contra la vida misma? Tú sigues el ritmo natural de la vida. Más rápido que muchos; más lento que otros… Pero el ritmo de la vida, aquel que Sat, el Señor Supremo Verdadero te ha regalado… —La dijo muy suave, cariñosa y dulcemente— El problema es que cuando se aprende un conocimiento, éste siempre va acompañado de un poder. Ahora ciertamente eres más sabia y por tanto hay más fuerza, más poder dentro de ti. La siguiente cuestión sería saber qué control tienes sobre esa fuerza interior que recientemente has acumulado ya que lo que suele suceder es simplemente que al principio no se sepa manejar satisfactoriamente. Sólo con el tiempo y con mucha atención y energía extra se puede poco a poco entrenar ese poder hasta someterlo bajo tu control y dirigirlo hacia donde tú quieres. Y sí, eso es lo que te ocurre cariño mío: que no controlas esa gran fuerza y en vez de canalizarla hacia un estado de sabiduría y de emoción más excelso, lo derrochas disparándolo hacia todos los lados y especialmente, hacia la depresión es decir, hacia el hundimiento de tu propio barco…

 

Anami seguía sintiéndose descorazonada y no conseguía cambiar ese sentimiento. En cierto sentido entendía lo que Lamaria la decía pero en otro sentido, no entendía nada. Entendía lo que Lamaria decía, sus palabras, lo que éstas significaban. Pero no entendía el por qué de ellas, la relación de ellas con su persona, a qué venían ya que Anami se encontraba en un estado tan negativo y con pensamientos tan negativos y desalentadores, que por mucho que escuchase y tuviese la llave de salida de su estado emocional en la mano, no veía ésta y seguía dando vueltas y vueltas sobre sí misma lamentándose movida por una vanidad excesiva que no conseguía ver.

 

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INFORMACIÓN:

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El próximo viernes 14 de Octubre 2011 a las 19:45h El Sueño de Anami visitará la Casa de la Cultura de Arnedo, La Rioja (España)

 

Arnedo puede ser un paraíso tanto para los amantes del calzado como para los que disfrutan observando y saboreando una buena huerta. Pero Arnedo no es sólo eso. Arnedo se remonta muy antiguo en la historia de la humanidad como asentamiento valorado gracias especialmente a los

regalos que le ofrece el río Cidacos, afluente del Ebro. De hecho, una de sus orillas de tierra roja y arcillosa alberga cuevas que en su día fueron refugio del hombre neolítico y más tarde de numerosas civilizaciones así como también de bastantes buscadores espirituales.

 

Y en ese ambiente tan hermoso, tanto El Sueño de Anami como yo, su autora, vamos a poder disfrutar de conoceros a todos vosotros.

 

Haré una lectura y hablaré sobre la obra, su elaboración, su mensaje... Pero también hablaré sobre cualquier tema del que tengan inquietudes los presentes y suela incluir en mis oratorias y en mis obras literarias por mi experiencia testimonial al respecto (espiritualidad práctica, vida en comunidad, salud, alimentación, mística, vida en el campo, educación en el hogar, parto y crianza naturales, bioconstrucción, ascetismo...) pues

 

la finalidad de esta cita es que todos pasemos un buen rato juntos sin aburrirnos. Por ello también habrá espacio para vuestras preguntas pues esta cita es para vosotros, para nosotros...

 

Por supuesto habrá posibilidad de comprar mis libros y de que os los llevéis firmados y dedicados si es vuestro deseo.

 

 

Fotos e información sobre Arnedo: http://www.arnedo.com/index.php?menu=3  y  http://es.wikipedia.org/wiki/Arnedo

Ubicación y cómo llegar: Casa de la Cultura de Arnedo. c/ santiago Milla, 18. Arnedo 26580. La Rioja (España). Tel. (00 41) 941383815. http://www.arnedo.com/callejero.php (Callejero de Arnedo. En la Casa de la Cultura está la única biblioteca que sale en él); http://www.arnedo.com/index.php?submenu=38&id=7 (Casa de la Cultura)

Más información: Miguel Ángel Argáiz. Tel. (00 34) 941387056

 

Organiza: Colectivo Ecologista de Arnedo.